Dios los envió como una albricia y para infundir el sosiego en sus corazones, pero sepan que la victoria depende de Dios. Dios es el Poderoso, el Sabio.
Dios los envió como una albricia y para infundir el sosiego en sus corazones, pero sepan que la victoria depende de Dios. Dios es el Poderoso, el Sabio.