¡Oh, Señor nuestro! Tú bien sabes lo que ocultamos y lo que manifestamos, y no hay nada en la Tierra ni en el cielo que pueda esconderse de Dios.
¡Oh, Señor nuestro! Tú bien sabes lo que ocultamos y lo que manifestamos, y no hay nada en la Tierra ni en el cielo que pueda esconderse de Dios.