Si supieran los que se niegan a creer, que llegará un momento en que no podrán impedir que el fuego queme sus rostros y sus espaldas, y no serán socorridos.
Si supieran los que se niegan a creer, que llegará un momento en que no podrán impedir que el fuego queme sus rostros y sus espaldas, y no serán socorridos.