Cuando los creyentes y las creyentes oyeron la calumnia, deberían haberla considerado como en contra de ellos mismos, y haber dicho: "Esto es una mentira evidente".
Cuando los creyentes y las creyentes oyeron la calumnia, deberían haberla considerado como en contra de ellos mismos, y haber dicho: "Esto es una mentira evidente".