los que discuten los milagros de Dios sin haber recibido un argumento válido, por lo que acrecientan la aversión de Dios y de los creyentes hacia ellos. Así es como Dios sella el corazón de todo arrogante, opresor.
los que discuten los milagros de Dios sin haber recibido un argumento válido, por lo que acrecientan la aversión de Dios y de los creyentes hacia ellos. Así es como Dios sella el corazón de todo arrogante, opresor.