Llama al Mensaje [¡oh, Mujámmad!], tú no eres, por la gracia de tu Señor, un adivino ni un loco.
____________________
Dios defiende al Profeta de dos acusaciones que le hacían los incrédulos.
Llama al Mensaje [¡oh, Mujámmad!], tú no eres, por la gracia de tu Señor, un adivino ni un loco.
____________________
Dios defiende al Profeta de dos acusaciones que le hacían los incrédulos.