7. Y os dijimos: «Si hacéis el bien, lo haréis en vuestro beneficio; y si hacéis el mal, será en perjuicio propio. Y cuando se cumpla la última predicción, vuestros enemigos os humillarán y entrarán en el templo de Jerusalén, como ya hicieran la vez primera, y destruirán todo lo que se encuentre ante ellos».