31. Y diles a las creyentes que bajen la vista (ante lo que se les ha prohibido mirar[678]), que protejan sus partes íntimas de la indecencia y que no muestren (su cuerpo ni) los adornos que lleven excepto aquello que asome (de manera no intencionada)[679]. Y que se cubran con los velos (desde la cabeza) hasta el pecho. Y que no muestren su atractivo salvo a sus esposos, a sus padres, a sus suegros, a sus hijos, a los hijos de sus esposos, a sus hermanos, a los hijos de sus hermanos o hermanas, a las mujeres musulmanas, a los esclavos y esclavas que posean, a los sirvientes carentes de deseo sexual y a los niños pequeños que aún no sienten interés por las mujeres. Que ellas no sacudan los pies (para llamar la atención de los hombres con el ruido de las pulsera tobilleras o abalorios que llevan y) para mostrar parte de los adornos que ocultan. Y volveos todos a Al-lah en arrepentimiento, ¡oh, creyentes!, para que podáis triunfar (en esta vida y en la otra).
____________________
[678] Como mirar a un hombre que no sea su esposo con deseoo mirar las partes del cuerpo de otra mujer comprendidas entre el ombligo y las rodillas o cualquier otra parte que pueda suponer una tentación, así como todo aquello que puede llevar a cometer un acto indecente.
[679] Como los vestidos que sobresalgan por debajo de las prendas externas (o abayas) con las que cubren todo su cuerpo. Muchos exégetas opinan que los rostros y las manos pueden mostrarse si no están embellecidos ni representan ninguna tentación.