28. Y un hombre creyente de la familia del Faraón que ocultaba su fedijo: «¿Mataréis a un hombre por decir que su Señor es Al-lah cuando os ha traído pruebas evidentes de vuestro Señor? Si miente, sufrirá las consecuencias de sus propias mentiras; mas si dice la verdad, se abatirá sobre vosotros una parte de las calamidades con las que os amenaza (como castigo). Ciertamente, Al-lah no guía a los transgresores embusteros.