5. Y te dicen (los idólatras, ¡oh, Muhammad!): «Nuestros corazones están cerrados a lo que nos invitasy nuestros oídos están taponados; y entre tú y nosotros hay una barrera (y no podemos responder a tu llamada). Actúa, pues (según tu religión), que nosotros actuaremos según la nuestra».