14. (Algunos) beduinos dicen: «Creemos». Diles (¡oh, Muhammad!): «Todavía no sois verdaderos creyentes pues la fe no ha arraigado aún en vuestros corazones, más bien decid que habéis aceptado el islam[956]. Y si obedecéis a Al-lah y a Su Mensajero, Él no dejará ninguna de vuestras (buenas) acciones sin recompensa. En verdad, Al-lah es Indulgente y Misericordioso».
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[956] A pesar de que ambos términos —fe (iman) e islam— se suelen utilizar como sinónimos, no lo son cuando son mencionados juntos, ya que entonces cada uno posee un significado específico: el iman implica tener fe en el corazón y creer con convicción, lo que supone un grado más elevado que el islam, que podría definirse como someterse a Al-lah a través de los actos. Así pues, el primer paso sería someterse a Al-lah siguiendo Sus órdenes y Sus prohibiciones, mientras que el arraigo de la fe (iman) en el corazón necesita más tiempo y va creciendo y aumentando mediante la obediencia a Al-lah.