31. Cuando ella supo lo que rumoreaban, les envió (unas invitaciones) y preparó un banquete, y entregó un cuchillo (bien afilado) a cada una de ellas (para que cortaran la comida). Entonces le dijo (a José): “Entra para que te vean”. Cuando lo vieron, exaltaron (su belleza) y se cortaron las manos con los cuchillos (sin darse cuenta), y dijeron (maravilladas): “¡Válganos Al-lah! Este no es un ser humano, sino un ángel noble”.