8. Y admítelos, ¡oh, Señor!, en los Jardines de la Eternidad que les has prometido, así como a sus padres, esposas y descendientes que hayan actuado con rectitud. Realmente, eres el Poderoso, el Sabio.
8. Y admítelos, ¡oh, Señor!, en los Jardines de la Eternidad que les has prometido, así como a sus padres, esposas y descendientes que hayan actuado con rectitud. Realmente, eres el Poderoso, el Sabio.