2. ¡Oh, creyentes!, no levanten la voz por encima de la del Profeta ni le hablen en un tono demasiado alto, como hablan entre ustedes, pues podrían echar a perder sus buenas acciones sin darse cuenta.
2. ¡Oh, creyentes!, no levanten la voz por encima de la del Profeta ni le hablen en un tono demasiado alto, como hablan entre ustedes, pues podrían echar a perder sus buenas acciones sin darse cuenta.