25. Y entre ellos hay quienes te escuchan (cuando recitas el Corán, mas siguen sus pasiones y no tienen la intención de seguir la verdad). Y hemos sellado sus corazones y no pueden comprenderlo, y hemos ensordecido sus oídos. Y aunque vieran todas las pruebas (sobre la veracidad de Muhammad) no creerían en ellas. Y cuando vienen a ti para discutir contigo (¡oh, Muhammad!), quienes rechazan la verdad dicen: “Esto no son más que viejas leyendas”.