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El Hierro


Todo cuanto hay en los cielos y en la Tierra glorifica a Dios. Él es el Poderoso, el Sabio.

Suyo es el reino de los cielos y de la Tierra. Él da la vida y la muerte. Es sobre toda cosa Poderoso.

Él es el Primero y el Último, el Manifiesto y el Oculto. Él conoce todas las cosas.

Él es Quien creó los cielos y la Tierra en seis eras. Luego, se estableció sobre el Trono. Sabe lo que ingresa en la tierra y cuanto sale de ella, lo que desciende del cielo y lo que asciende a él. Está con ustedes dondequiera que estén. Dios bien ve cuanto hacen.

Suyo es el reino de los cielos y de la Tierra. Y a Dios retornan todos los asuntos.

Hace que la noche suceda al día y que el día suceda a la noche. Él conoce todo lo que encierran los corazones.

Crean en Dios y en Su Mensajero. Hagan caridad de los bienes de los que Él los ha hecho responsables. Quienes hayan creído y hecho caridades recibirán una gran recompensa.

¿Qué les sucede que no creen en Dios, siendo que el Mensajero los invita a creer en su Señor y ya tenía un pacto con ustedes? Si es que son creyentes.

Él es Quien desciende a Su siervo signos evidentes para extraerlos de las tinieblas a la luz. Dios es con ustedes Compasivo, Misericordioso.

¿Qué les sucede que no aportan a la causa de Dios, siendo que los cielos y la Tierra Le pertenecen a Él? No son iguales quienes hayan aportado y combatido antes de la liberación. Ellos tendrán un rango mayor que quienes hayan aportado y combatido después de la liberación. Pero a todos les ha prometido Dios una hermosa recompensa. Dios está bien informado de cuanto hacen.

¿Quién le dará a Dios un préstamo generoso, para que Él se lo multiplique y lo recompense ampliamente?

Ese día verás la luz de los creyentes y de las creyentes irradiar delante de ellos y a su derecha. [Les será dicho]: "¡Hoy son bienaventurados, tendrán jardines por donde corren ríos, en donde vivirán por toda la eternidad! ¡Ese es el triunfo grandioso!"

El día que los hipócritas y las hipócritas digan a los creyentes: "¡Aguarden, para que nos podamos iluminar con su luz!" Se les dirá: "¡Apártense y busquen otra luz!" Entonces se levantará un muro entre ellos que tendrá una puerta. Detrás estará la misericordia de Dios y ante ellos Su castigo.

Los llamarán: "¿Acaso no estábamos con ustedes?" Responderán: "¡Sí! Pero sucumbieron a la tentación, estaban vacilantes y dudaron. Se dejaron seducir por las falsas esperanzas hasta que les llegó la orden de Dios. Finalmente el Seductor los engañó acerca de Dios.

Hoy no será aceptado ningún rescate por ustedes ni por los que se negaron a creer. Su morada será el Infierno, porque es lo que merecen. ¡Qué pésimo destino!

¿Acaso no es hora de que los creyentes subyuguen sus corazones al recuerdo de Dios y a la Verdad que ha sido revelada, y que no sean como quienes recibieron el Libro anteriormente? A estos, a medida que transcurría el tiempo, se les endurecía el corazón. Muchos de ellos eran corruptos.

Sepan que Dios da vida a la tierra árida. Les explico estos signos para que reflexionen.

A los [hombres] que dan caridad y a las [mujeres] que dan caridad, que aportaron con sus bienes a la causa de Dios, les será multiplicado y serán recompensados generosamente.

Quienes creen en Dios y en Sus Mensajeros son los veraces para Dios, los que mueren dando testimonio [de su fe]. Ellos recibirán su recompensa y su luz. Pero los que se negaron a creer y desmintieron Mis signos, morarán en el fuego del Infierno.

Sepan que la vida mundanal es juego, diversión, encanto, ostentación y rivalidad en riqueza e hijos. Es como la lluvia que genera plantas que alegran a los sembradores con su verdor, pero luego las ven amarillearse hasta convertirse en heno. En la otra vida, ustedes recibirán un castigo severo o el perdón de Dios y Su complacencia. La vida mundanal no es más que un disfrute ilusorio.

¡Apresúrense a alcanzar el perdón de su Señor y así obtener un Paraíso tan vasto como el cielo y la Tierra, el cual está reservado para quienes creen en Dios y en Sus Mensajeros! Esa es la bendición de Dios, y Él se la concede a quien quiere. Dios es poseedor de una bendición grandiosa.

No sucede ninguna desgracia en la Tierra, ni a ustedes los azota adversidad alguna sin que esté registrada en un libro antes de que suceda. Eso es fácil para Dios.

No se depriman por lo que pierdan y no se regocijen con arrogancia por lo que se les ha concedido. Dios no ama a los arrogantes, jactanciosos,

que son mezquinos e incitan a la gente a ser avara. Quien rechace sepa que Dios prescinde de todas las criaturas, y Él es el Opulento, el Loable.

Envié a Mis Mensajeros con las pruebas evidentes e hice descender con ellos el Libro y la balanza de la justicia para que la gente establezca la equidad. Hice descender el hierro, en el que hay gran poder y beneficio para la gente. Para que Dios distinga a quienes se esfuercen sinceramente por Su causa y la de Sus Mensajeros. Dios es Fortísimo, Poderoso.

Envié a Noé y a Abraham, y agracié a la descendencia de ambos con la profecía y el Libro. Entre sus descendientes hubo quienes siguieron la guía, aunque muchos de ellos fueron corruptos.

Después de ellos envié a Mis Mensajeros: a Jesús, hijo de María, le revelé el Evangelio, e infundí en los corazones de quienes lo siguieron la compasión y la misericordia. Ellos establecieron el monacato sin que se los hubiera prescrito, solo por deseo de satisfacer a Dios, pero aun así no lo observaron como debían. A quienes de ellos hayan creído los recompensaré, pero muchos fueron corruptos.

¡Oh, creyentes! ¡Tengan temor de Dios y crean en Su Mensajero! Les multiplicará Su misericordia, les dará una luz para el camino y los perdonará. Dios es Absolvedor, Misericordioso.

Que la Gente del Libro sepan que carecen de privilegios ante Dios. Los favores están en manos de Dios, y Él los concede a quien quiere. Dios es el poseedor del favor inmenso.